Las carreras a contrarreloj, en donde debes exprimir el cerebro al máximo en un breve periodo de tiempo sacan lo mejor y lo peor de nosotros mismos: o te rindes y fracasas o consigues llegar y te alzas victorioso. No hay término medio, estamos preparándonos para la vida empresarial y... es jodido, para qué mentirnos.
Sin embargo, pase lo que pase y aunque acabe loca, mi cerebro me regala perlas absurdas sin ningún sentido que me hacen sonreír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario